La complejidad de las armas bio-orgánicas ha evolucionado a través de la historia de Resident Evil durante los 25 años de la franquicia.
Resident Evil cumple 25 años. Se dice fácil, pero sobrevivir tanto tiempo en un ambiente que cambia constantemente es más complicado de lo que parece. Precisamente ahí es donde radica la clave para que la franquicia se mantenga en el gusto del público, adaptarse a los cambios.
A lo largo de su historia, RE ha presentado fórmulas diferentes que han tenido recepciones muy variadas entre sus fanáticos. Para no hacer más largo esto, les pongo como ejemplo los cambios de ángulos de cámara fija a la vista sobre el hombro, y en tiempos recientes el salto a una perspectiva en primera persona.
Pero hoy no hablaremos de los cambios en su jugabilidad, ya otras personas lo han hecho cientos de veces, más bien hablaremos de uno de los temas principales de la franquicia, las armas bio-orgánicas y su evolución a través de la historia que nos presentan.
A pesar de que algunas entregas de la franquicia pueden ser precuelas de otras, la evolución de las armas bio-orgánicas va acorde a la evolución de la saga. Si han seguido nuestro Road to the Village podrán darse una idea más clara de lo que les digo.
¿Qué es un arma biológica?
Cada título ha tenido una trama que gira en torno a una situación de peligro accidental o intencional ocasionado por un virus, parásito o un similar. Normalmente los protagonistas se enfrentan a criaturas creadas por el virus en cuestión, las cuales varían en tamaño, estilo y peligrosidad. Estas monstruosidades reciben el llamado de armas bio-orgánicas ( o B.O.W. por sus siglas en inglés).
RE tiene un vasto catálogo de virus en su historia y por ende, una gran cantidad de criaturas, algunas incluso muy famosas en el mundo de los videojuegos. Como claro ejemplo nos encontramos con el incansable Nemesis; todo un dolor de cabeza en el original Resident Evil 3 y su remake de 2020. En los últimos años otros nombres se han vuelto famosos, como el T-00 visto en el remake de Resident Evil 2 y Jack Baker, quien nos invitó a ser parte de su familia en Resident Evil 7.
Pero si nos remontamos a la trilogía original, esta representa a la perfección las etapas iniciales de la investigación y desarrollo de las armas bio-orgánicas.
La evolución de las B.O.W. y la carrera armamentística
Al igual que las armas de fuego, el armamento bio-orgánico tiene como objetivo el desempeño perfecto en el campo de batalla. Por lo tanto, constantemente se investigan formas de lograr esto optimizando cada modelo. Al ser entidades vivas, se añade la intención de que estas puedan cumplir sus objetivos con la menor intervención humana posible.
Por esta razón, a lo largo del desarrollo se han implementado diferentes formas y métodos para la creación del arma bio-orgánica perfecta. Esta ha sido una constante a través de los 25 años de la franquicia.
Todo mal tiene su origen
El primer Resident Evil (1996) fue el inicio de todo. En el momento que cruzamos las puertas de la mansión Spencer todo había cambiado para los miembros de S.T.A.R.S. y nosotros como jugadores. Habíamos entrado al mundo del survival horror.
Nuestro primer encuentro formal con una B.O.W. fue ese icónico zombi del pasillo, el cual curiosamente forma parte del primer escalón de la carrera biológica. El zombi como arma encuentra su ventaja en su facilidad de creación, lo que permite su uso en grandes cantidades. Pero lo fácil se vuelve difícil. No importa cuantos zombis se puedan usar, estos no pueden cumplir objetivos complejos dada su escasa capacidad cerebral.
Este problema se repite en las diferentes variantes de Cerberus y Hunters, aunque estos tienen un mayor grado de ferocidad y letalidad en el campo de batalla. El primer gran paso hacia un arma capaz de cumplir su objetivo con mayor claridad se dio con la creación del temible Tyrant.
En el primer RE nos enfrentamos al Tyrant modelo T-002, considerado como “la forma de vida definitiva” por Albert Wesker. Por desgracia para él, los S.T.A.R.S. sobrevivientes destruyeron al Tyrant, pero la carrera armamentística había dado un paso enorme.
Pero, ¿puede un Tyrant seguir órdenes? Raccoon City fue la revelación de ello.
Raccoon City, el hogar del bioterrorismo
El desastre biológico de la ciudad considerada como “la casa de Umbrella” se convirtió en el campo de pruebas perfecto para las armas bio-orgánicas de la compañía. Para eliminar pruebas que los incriminaran en el desastre, Umbrella envió agentes y diferentes B.O.W. para acabar con los sobrevivientes y entorpecer los trabajos de las autoridades. Entre esas B.O.W. se encontraban dos modelos de Tyrant considerados la cima de la carrera hasta ese momento, el T-103 y el Nemesis-T Type.
El T-103 mejoraba por completo lo logrado con el T-002, al grado de poder llevar a cabo una instrucción específica, y no detenerse hasta lograr su objetivo. Tanta era la confianza en sus habilidades que Umbrella desplegó seis ejemplares con diferentes misiones. Como recordaremos, tanto en el Resident Evil 2 original como en su remake nos topamos con uno de ellos, el conocido como T-00 o Mr. X, coloquialmente. Este Tyrant en específico tenía la misión de recolectar una muestra del virus G creado por William Birkin.
El otro modelo de Tyrant fue un ejemplar único de Nemesis-T, conocido por sus creadores como “The Pursuer” o simplemente Nemesis. Desarrollado por la sede de Umbrella en Francia, Nemesis era un prototipo nacido de la combinación de un T-103 y el parásito NE-α, que le permitía a la criatura tener cierta capacidad de juicio propio en sus misiones e incluso llegar a usar armamento especial. Nemesis era el cazador perfecto.
La misión de Nemesis era simple, eliminar a los miembros sobrevivientes de S.T.A.R.S. en la ciudad. Lamentablemente para Umbrella, Jill Valentine derrotó al monstruo al final de Resident Evil 3 y su posterior remake. Las diferentes mutaciones que sufrió Nemesis ocasionadas por el parásito en su organismo demostraron que el proyecto era inviable, enterrándolo junto a Raccoon City.
La caída del rey
El desastre de Raccoon significó un gran golpe para Umbrella y su línea de producción de armas bio-orgánicas. Obligados a mantener un bajo perfil, la compañía enfocó sus esfuerzos en un antiguo proyecto considerado como la respuesta a Nemesis por parte de Umbrella USA. Si una criatura capaz de seguir su propio juicio había fallado, ¿por qué no intentar controlarla con tecnología? Aquí es donde Umbrella hizo uso de su potente computadora U.M.F.-013, también conocida como Red Queen.
El proyecto conocido como T-A.L.O.S. consistía en equipar a un Tyrant T-011 con armamento sofisticado y una armadura metálica que fungiría como protección y frenaría las mutaciones por t-Virus. La cereza del pastel vendría al conectar mediante un chip cerebral al nuevo Tyrant directamente con la Red Queen, lo que le daría a esta ultima total control del organismo y una toma de decisiones en batalla utilizando su propia base de datos.
Lamentablemente para Umbrella, Jill Valentine y Chris Redfield derrotaron a T-A.L.O.S. durante la misión en la base de la compañía en Rusia. Este duro golpe a su arma bio-orgánica suprema, sumado a la culpabilidad de Umbrella en el desastre de Raccoon demostrada, terminaron por hundir a la compañía, ahora declarada en bancarrota y posteriormente desmantelada.
El reinado de Umbrella en el mercado del armamento viral había caído.
El duelo por el trono
Pero el hecho de que Umbrella se consideraba el principal creador de B.O.W. no impedía que existieran otras organizaciones dispuestas a arrebatarles su corona. Desde antes de que el debacle de Umbrella ya había registro de intentos por obtener sus productos, claro ejemplo el caso de Ada Wong y su “relación” con John Clemens o el mismo Ejército de EE. UU. y sus tratos con William Birkin.
La destrucción de Raccoon City junto a la posterior quiebra de Umbrella, y la traición a Ozwell Spencer por parte de Albert Wesker, fueron clave para que virus como el T y G, entre otros, llegaran al mercado negro para ser comprados por otras organizaciones, las cuales siguieron con diferentes investigaciones dando origen a gran cantidad de variantes de los virus originales.
Aunque la mayoría de estas organizaciones usaron sus creaciones para continuar el terror del bioterrorismo, algunas investigaciones dieron un paso más allá al tratar de crear un arma bio-orgánica más eficaz.
Las Plagas
Antes de continuar me gustaría hacer mención especial del parásito de Las Plagas. En algún momento Umbrella llegó a conocer de su existencia, pero al no lograr conseguir un espécimen crearon su propia versión, el NE-α que dio origen a Nemesis.
El principal atractivo de Las Plagas radica en que, a excepción de algunos detalles, su portador puede parecer una persona normal, pero sobre todo, este puede ser controlado mediante el uso de una Plaga de Control. Esto podía otorgar a un solo individuo el control sobre una gran cantidad de infectados, tal como vimos con Osmund Saddler en Resident Evil 4.
Finalmente, Albert Wesker logró conseguir una muestra después del incidente con Los Iluminados en Europa, llevándola a Tricell y creando una versión más poderosa y rápida a la hora de tomar el control de su huésped, Las Plagas Tipo II, vistas en acción en Resident Evil 5.
Las Plagas fueron vistas una vez más en Resident Evil Damnation durante la Guerra Civil de Eslava Oriental, siendo usadas por Svetlana Belikova y los rebeldes. La variante usada en estos eventos era capaz de controlar a otras criaturas tales como los Lickers.
Albert Wesker y su mundo perfecto
Si hay un nombre relacionado a las armas bio-orgánicas es el de Albert Wesker. Después de traicionar a Umbrella y conseguir gran cantidad de virus se convirtió en el principal proveedor del bioterrorismo.
Tiempo después de enterarse que él mismo era un producto y por consiguiente asesinar Spencer, Wesker reclamó el derecho a ser Dios que clamaba el extinto fundador de Umbrella. Para esto, Wesker hizo uso del virus Progenitor, con el objetivo de usarlo de manera similar al proceso de selección del rey de los Ndipaya. Después de varias investigaciones, Wesker dio origen al virus Uroboros, visto en RE5.
El plan de Wesker era liberar el Uroboros alrededor del mundo y dejar que este se encargara de eliminar a aquellos que “no eran dignos”. Una vez que el proceso se completara, Albert Wesker se erigiría como el rey del “Nuevo Mundo”.
Por desgracia para Wesker, sus planes fueron detenidos por Chris Redfield y Sheva Alomar. Sin lograr liberar el virus, Wesker se infectó en un último intento por acabar con Chris, siendo derrotado y eliminado para siempre. El derecho a ser Dios tampoco pertenecía a él.
The Connections
El salto más grande en la carrera armamentística posiblemente fue dado por The Connections, organización criminal que dio origen al llamado Mold, un tipo de hongo creado en conjunto con la H.C.F. ¿La recuerdan? La unidad especial que atacó la isla Rockfort en compañía de Albert Wesker.
Sin entrar en tanto detalle, un huésped infectado con el Mold es capaz de convertir a gran cantidad de enemigos en aliados e incluso sirvientes ante el mínimo contacto, lo cual generó un gran ahorro en costos de prisioneros y otros derivados del combate. Fueron desarrolladas cinco series de investigación nombradas de la A a la E, siendo esta última la primera en arrojar un espécimen funcional, la llamada E-001 o Eveline.
Para crear a Eveline fue necesario inocular el Mold a un embrión humano femenino que sería envejecido artificialmente hasta aparentar ser una niña de 10 años, con el objetivo de garantizar la facilidad de mezclarse con la población. Durante las pruebas, Eveline había demostrado la capacidad de segregar el Mold y crear criaturas bajo su control. Si un enemigo era infectado por la niña, empezaría un proceso de transformación durante el cual sufriría alucinaciones y pasaría a formar parte de la mente colmena de Eveline, quedando bajo su control.
Para la mala fortuna de The Connections, Chris Redfield estaba al tanto de su trabajo, por lo que tuvieron que trasladar a Eveline fuera de sus investigaciones. Durante el proceso, Eveline demostró ser inestable debido a sus emociones, ocasionando el desvío del barco en que era transportada.
El largo camino hacia la perfección
Es obvio que a lo largo de los 25 años de la franquicia, y con decenas de títulos en el mercado, existe una gran cantidad de virus y criaturas en su catálogo, pero hablar individualmente me tomaría demasiado. Debido a eso, me enfoqué solo a aquellas criaturas que en mi opinión representan a la perfección la búsqueda del arma perfecta. Mención especial a lo logrado por Alex Wesker con el T-Phobos, pero eso será tema para el futuro.
Las armas bio-orgánicas y su evolución dentro de la franquicia han progresado justo como los otros tipos de armas. Pasamos de enfrentar a un simple zombi hambriento y errático a ser asediados por una entidad similar a una inocente niña capaz de alterar nuestra mente e invitarnos a ser parte de su “familia”.
Pero este es un camino que aun no tiene final. Con el paso de los años RE tendrá que seguir evolucionando, y con ello, sus protagonistas se enfrentarán a nuevas armas bio-orgánicas. Tal vez estas sean diferentes entre si, pero todas tendrán el mismo objetivo, sembrar el caos y destrucción.
En este año de celebraciones, Capcom consiente a los fans de RE dando todo tipo de producciones, pasando por RE Village, RE Infinite Darkness y el reboot en cines titulado Welcome To Raccoon City. Debido a esto, los invito a mantenerse atentos a nuestro sitio y redes sociales para enterarse de cada novedad al respecto de, léase con voz tenebrosa, Resident Evil.