Con el paso de los años los protagonistas de la icónica franquicia han tenido que adaptar sus vidas a la realidad del peligro biológico, que ya invadió al mundo.
El tiempo es aquello que se va en un abrir y cerrar de ojos, y no es para menos, Resident Evil se hoy celebra su aniversario 26. El título que dio origen a tan longeva franquicia nos situaba en compañía de un escuadrón de élite de la policía de Raccoon City.
El equipo Alpha de los S.T.A.R.S. llegaba a los bosques de las montañas Arklay en busca de sus desaparecidos compañeros del equipo Bravo. Fueron trece S.T.A.R.S. los que sufrieron un cambio drástico en su vida durante aquellos eventos, de donde solo cinco lograron salir con vida y uno recurrió a métodos menos ortodoxos para cumplir su objetivo.
Pero, ¿dónde se encuentran actualmente esos S.T.A.R.S. sobrevivientes? Recapitulemos un poco sobre su destino a través de 26 años de franquicia.
Brad Vickers: It’s like Arklay on steroids
El piloto del equipo Alpha de los S.T.A.R.S. al que todos llamaban “cobarde” por su personalidad y que dio la razón al abandonar a su equipo durante la misión en Arklay. Después de regresar y rescartarles, volvió con ellos a Raccoon y se enteró de todos los horrores que Umbrella realizaba en sus instalaciones.
A pesar de esto, mantuvo un perfil bajo durante los reclamos de sus compañeros a Irons y la posterior disolución de los S.T.A.R.S. pero aún con esto y su personalidad temerosa se mantuvo junto a ellos durante sus investigaciones sobre Umbrella, principalmente con Jill Valentine.
Para su mala fortuna el destino le tenía otros planes: durante el desastre de Raccoon City, meses después, Brad encontró un destino fatal. Y no importa si nos remontamos al Resident Evil 3 original o su remake de 2020, en ambos, Brad encuentra la muerte.
En el título original Brad es eliminado por Nemesis como una muestra de lo que el cazador de S.T.A.R.S. puede hacer, mientras que en el remake es infectado por un zombi en una conmovedora escena donde se redime frente a Jill.
Albert Wesker: Sure I’m not human anymore…
El caso con Albert Wesker es especial. Mientras seguía órdenes de Umbrella el otrora capitán de los S.T.A.R.S. murió en la mansión Spencer a manos del Tyrant T-002. Pero todo era parte de sus planes personales. Wesker logró recuperar la vida con nuevas habilidades y escapar antes de la destrucción de la mansión gracias a un virus experimental diseñado por su amigo William Birkin.
Después de esa noche, Wesker aprovechó su nuevo estatus de “fantasma” tanto para Umbrella como sus ex-compañeros de S.T.A.R.S. e hizo las alianzas necesarias para poder cumplir su objetivo. Durante años Albert fue la figura principal directa o indirectamente de diversos casos relacionados a bioterrorismo, mencionando los ataques a la Isla Rockfort o proporcionando el t-Veronica al traficante Javier Hidalgo.
Pero durante ese tiempo Wesker incluso se dio la oportunidad de acabar con Umbrella, participando a su manera en el asalto de Chris Redfield y Jill Valentine a las instalaciones rusas de la compañía y robando la información de la U.M.F.-013. Con esta información en su poder, se permitió exponer a Ozwell Spencer y la realidad de Umbrella durante los juicios a esta, acabando finalmente con la compañía y convirtiendo a Spencer en un fugitivo.
Finalmente esto llevó a un encuentro entre Spencer y Wesker, donde el anciano le reveló a Albert su verdadera naturaleza, provocando que este acabara con la vida de su antiguo jefe frente a los ojos de Chris y Jill. Albert Wesker se convirtió en la figura más influyente e importante en el mercado negro del bioterrorismo.
Años después los planes de Wesker finalmente llegaban a su cúspide con la perfección del virus Uroboros. Albert planeaba esparcir este virus por el mundo con el objetivo de dejar con vida a aquellos “seres superiores”, donde Wesker sería su líder y llevaría a un “nuevo mundo”.
Para la mala suerte de Wesker sus planes se verían interrumpidos por Chris Redfield y la agente de la B.S.A.A. Sheva Alomar, quienes con ayuda de Jill Valentine y Josh Stone, mentor de Sheva, acabaron finalmente con él.
Albert Wesker habría abandonado el mundo por segunda ocasión al final de Resident Evil 5; pero su legado fue tan grande que incluso años después sus acciones siguen impactando el transcurso del mundo y la vida de su gran rival, Chris Redfield.
Barry Burton: I’ll always need you… But for now, I have this!
La vida de Barry Burton siempre estuvo enfocada en su familia, lo que finalmente le trajo problemas. Después de ser chantajeado por Wesker durante los eventos de la mansión, Barry se encargó de mantener a los suyos lejos de su nueva vida.
Con su familia a salvo en Canadá, Barry pudo enfocarse en apoyar a sus compañeros durante sus investigaciones y acciones en contra de Umbrella y el bioterrorismo durante algunos años, aunque finalmente se retiró para vivir una vida tranquila después de la caída de la compañía.
A pesar de rechazar formar parte de la recién formada B.S.A.A. junto a sus amigos Chris y Jill, finalmente Barry aceptó unirse como consultor sin participar activamente en misiones de campo, hasta que tuvo que volver a tomar su arma por el bien de su familia.
En Resident Evil: Revelations 2, durante una fiesta de TerraSave, su hija Moira fue secuestrada junto a Claire Redfield, la hermana de Chris; ambas fueron transportadas a una isla desconocida. Después de encontrar con vida a Claire, Barry logró encontrar la isla en la que Moira se encontraba, donde al llegar se encontró con Natalia Korda, una niña sobreviviente al Pánico de Terragrigia y que fue raptada junto a Claire y Moira.
Durante su exploración en la isla Barry descubrió que todo se trataba de un plan de Alex Wesker, hermana de su antiguo capitán Albert, y que había conseguido muestras del Uroboros diseñado por el fallecido bioterrorista. Durante su enfrentamiento con una Alex mutada gracias al Uroboros, Barry pudo reencontrarse con Moira, con ambos escapando en compañía de Natalia gracias a la ayuda de Claire.
Meses después Barry adoptó legalmente a Natalia dándole un espacio en su hogar, a la par de continuar con su puesto como consultor dentro de la B.S.A.A.
Rebecca Chambers: That’s Officer Chambers to you
Rebecca Chambers, la joven novata de los S.T.A.R.S. cambió su punto de vista sobre la bioquímica al ver lo que Umbrella hacía en la mansión Spencer, por lo que se esforzó por usar su conocimiento en la lucha contra todo este mal.
Después de salir con vida de la mansión, Rebecca dejó Raccoon City, centrándose en su carrera académica y convirtiéndose en una experta en el campo de la virología. Esto la llevó a aceptar un puesto como asesora en la nueva B.S.A.A.
Su experiencia combatiendo B.O.W. la llevó a participar en diversas misiones de campo para la Alianza, como los ataques bioterroristas en Rochester o la fuga viral en la universidad Philosophy, donde Rebecca trabajaba como maestra encubierta investigando rumores de una nueva cepa viral.
Finalmente las sospechas resultaron ciertas y Rebecca se vio envuelta en un nuevo desastre, recibiendo ayuda de su antiguo compañero Chris Redfield y el novato Piers Nivans.
En la cinta de Resident Evil Vendetta, un año después de los ataques globales con el virus C, Rebecca se enfocó en investigar una nueva cepa viral usada por el bioterrorista Glenn Arias en diversos ataques recientes. Debido a sus avances en la creación de una vacuna, el instituto donde Rebecca hacía sus investigaciones fue atacado, pero ella fue rescatada por Chris Redfield y la B.S.A.A.
Después de descubrir que el bautizado virus A usado por Arias compartía similitud con Las Plagas, Chris y Rebecca reclutaron al agente de la D.S.O. Leon S. Kennedy. Durante su reunión Rebecca fue secuestrada y llevada ante Arias, quien le reveló sus planes de infectar Nueva York justo antes de liberar el virus y a su vez infectarla.
Después de esfuerzos conjuntos de Chris y Leon, Arias fue derrotado y pudieron rescatar a Rebecca, y el trío de agentes consiguió esparcir la cura vía aérea sobre la ciudad.
Jill Valentine: The ashes of Raccoon City would be Umbrella’s ashes too
La vida de todos los S.T.A.R.S. que entraron a la mansión Spencer cambió para siempre esa noche, pero si hay que destacar a alguien debe ser a Jill Valentine.
La llamada “Master of Unlocking” fue de los pocos ex-miembros de S.T.A.R.S. que se quedaron en Raccoon City después de que el escuadrón fuera disuelto, tiempo que aprovechó para investigar más a fondo a Umbrella con ayuda de Brad Vickers.
Meses después el terror volvió a su vida. A escasos días de su esperado día de escape de Raccoon la ciudad fue víctima de una fuga viral a gran escala culpa de Umbrella, lo que hizo que las calles se volvieran auténticos pasajes del infierno.
A eso hay que sumar que durante su escape se enfrentó a Nemesis, un Tyrant diseñado especialmente para cazar a los miembros de S.T.A.R.S. que rondaban la ciudad.
Durante uno de sus enfrentamientos Jill resultó infectada con el virus T por la criatura, lo que la llevó a estar cerca de la muerte. Afortunadamente pudo recuperarse gracias a la vacuna encontrada por Carlos Oliveira, miembro del U.B.C.S. de Umbrella que unió fuerzas con ella. Finalmente ambos lograron escapar antes de la destrucción de la ciudad.
Una vez a salvo, Jill se reunió con sus antiguos compañeros, especialmente Chris. Junto a Redfield participó en diversas misiones en contra del bioterrorismo, alcanzando fama mundial como los bastiones de la guerra ante ese gran mal.
En 2003 Valentine y Redfield lideraron la misión en las últimas instalaciones de Umbrella en Rusia, redada que llevaría a la eventual caída de la compañía. Tiempo después, Jill y Chris fundaron la B.S.A.A. junto a otras nueve personas con el objetivo de tener una organización enfocada en la lucha contra el bioterrorismo.
Bajo la bandera de la B.S.A.A. Chris y Jill pusieron su objetivo en capturar a Ozwell Spencer, el antiguo dueño de Umbrella y ahora fugitivo internacional. Finalmente los agentes recibieron informes de su paradero.
Una vez en la residencia europea de Spencer, Chris y Jill encontraron al anciano inerte a los pies de Albert Wesker, antiguo capitán de ambos y quien los traicionó esa noche en las montañas Arklay.
Después de un intenso enfrentamiento Jill se sacrificó para evitar que Chris fuera asesinado por Wesker, cayendo ambos por un inmenso precipicio. Después de intensas búsquedas jamás encontraron los cuerpos, pero Jill fue declarada muerta en combate. Pero la historia daba un giro brutal: Albert y Jill sobrevivieron a la caída, con la agente gravemente lesionada.
Wesker se las arregló para mantener con vida a Jill con el objetivo de usarla en sus experimentos dentro del proyecto Uroboros. A pesar de que dicho virus era altamente mortal, Jill pudo sobrevivir a las pruebas debido a los poderosos anticuerpos que su organismo generó a partir de su infección en Raccoon City. Esto le dio a Wesker la oportunidad perfecta de usar dichos anticuerpos para crear una nueva versión más estable del Uroboros.
Una vez que los anticuerpos dejaron de serle útiles, Albert siguió usando a Jill como guardaespaldas mediante el P30, una droga que aumentaba sus habilidades físicas y le permitía a Wesker controlarla a su gusto.
Para fortuna de Jill, la B.S.A.A. llevó a cabo una misión en 2009 liderada por Chris Redfield en la zona de Kijuju, lo que llevaría a Chris a descubrir el plan de Wesker. Con Chris y Albert frente a frente este último reveló que Jill seguía con vida bajo su control. Haciendo un gran esfuerzo Chris logró liberar a Jill, lo que desembocó en la derrota de Wesker en un trabajo conjunto de ambos compañeros junto a Sheva Alomar y Josh Stone.
Una vez lejos del terror de Wesker la vida de Valentine no sufrió un gran cambio. Jill fue internada y sometida a diversos experimentos en laboratorios de la B.S.A.A. con el fin de descartar cualquier consecuencia de las pruebas a las que fue sometida por Wesker.
Chris Redfield: I have to face the truth, accept responsibility
Cómo ya lo he mencionado, el brote viral de la mansión Spencer afectó de diferentes formas a cada uno de los S.T.A.R.S. que lograron salir con vida de tal infierno, pero Chris Redfield lo tomó de forma personal.
Inmediatamente después de descartar cualquier complicación médica, las investigaciones de Chris sobre Umbrella fueron las más intensas, al grado incluso de descubrir el virus G, mucho más peligroso que el virus T.
Con el objetivo de mejorar sus resultados Chris se movió a Europa, lo que causó que no estuviera durante el desastre de Raccoon y su hermana Claire no lo encontrara en la ciudad, lo que finalmente llevaría a la joven a las instalaciones en París de Umbrella, donde fue secuestrada y llevada a Rockfort.
Chris logró encontrar y rescatar a su hermana, lo que lo llevó a un reencuentro con el hasta entonces muerto Albert Wesker, siendo superado por las nuevas habilidades de su antiguo capitán.
A partir de este momento su vida toma un camino a la par de su compañera Jill Valentine en lo que a misiones contra el bioterrorismo se refiere, pero sus caminos fueron abruptamente separados cuando Jill fue declarada muerta en combate después del asalto a la residencia de Spencer en 2006.
Incapaz de aceptar la muerte de Jill, Chris redobló sus esfuerzos en la mayor cantidad de misiones posibles, convirtiéndose en una leyenda para la B.S.A.A.
Finalmente, los rumores sobre el paradero de Jill lo llevaron a Kijuju.
Lo que inicialmente era una misión para capturar al bioterrorista Ricardo Irving se tornó en una lucha por el destino del mundo contra Albert Wesker, quien tenía bajo su control a una todavía viva Jill Valentine.
Después de la derrota de su gran enemigo y el rescate de su compañera, Chris continuó su trabajo en la B.S.A.A. en la formación de los jóvenes miembros que tomarían las riendas de la Alianza en el futuro.
Durante los años venideros participó en diversos eventos de diferente magnitud, tales como el brote viral en la universidad Philosophy, la academia Marhawa y la guerra civil de Edonia. Además de estos incidentes el mayor reto para Chris vino durante el 2013, año en que el mundo fue víctima de distintos ataques bioterroristas usando el virus C, principalmente en Tall Oaks y algunas ciudades de China.
Fue durante estos eventos que conoció a Jake Muller, hijo de su gran enemigo Albert Wesker, a quien le reveló la verdad sobre la muerte del bioterrorista, y ofreció su vida con la condición de que Jake sobreviviera.
Un año después, participó junto a Rebecca Chambers y Leon S. Kennedy en el combate contra Glenn Arias y el control del ataque de este último sobre la ciudad de Nueva York con el virus A.
Ese mismo año Chris empezó a rastrear a The Connections, un sindicato criminal que desarrollaba armas biológicas de nueva generación. Una fallida misión contra The Connections en Europa desencadenó una serie de desafortunados eventos que dieron origen al desastre en la residencia de los Baker en Dulvey, Louisiana.
Durante el 2017 se ordenó una misión conjunta entre Umbrella, ahora reformada, y la B.S.A.A. con Chris Redfield como líder de escuadrón. En Dulvey Chris encontró a Ethan Winters y su esposa Mia, quienes sobrevivieron a una familia Baker infectada por Mold originado por el arma E-001, creada por The Connections.
Después de ayudar a Ethan, Chris se encargó de Lucas Baker, quien fungía como contacto directo con The Connections. Pero el verdadero trabajo recién comenzaba.
Después de mostrarse en descontento por la forma en que la B.S.A.A. manejó el desastre de Dulvey, Chris empezó a tomar investigaciones por su cuenta, lo cual desagradó en la Alianza. Inclusive Chris tomó el control del escuadrón de élite llamado “Hound Wolf”.
Sus investigaciones llevaron hasta un nombre, “Miranda”, cabeza detrás del Mold usado en el desastre de Dulvey. Tiempo después, Chris descubrió que Miranda había encontrado a Ethan gracias a un topo de The Connections dentro de la B.S.A.A. y logró hacerse pasar por Mia Winters para llegar a la hija de ambos, llamada Rosemary.
Después de fallar en la captura de Miranda y facilitar el escape de esta con Rose, Chris llevó a su equipo a la villa cercana a las instalaciones de Miranda esperando el momento para atacar, sin contar que Ethan había empezado su propio camino para rescatar a su hija.
Una vez que unió fuerzas con Ethan para acabar con Miranda, Chris desmanteló el laboratorio de la investigadora, descubriendo su conexión con Ozwell Spencer y la verdad sobre Ethan gracias a la verdadera Mia.
Finalmente, Chris ayudó a Ethan en su pelea final con Miranda, del cual Ethan no logró sobrevivir. Ethan usó sus últimas fuerzas para activar los explosivos que acabaron con el desastre viral causado por Miranda en la villa.
Gracias a su escuadrón Chris pudo darse cuenta que los soldados enviados por la B.S.A.A. a atender el desastre eran realmente armas biológicas, lo que se añadió a la lista de cosas por las que la Alianza debía responder ante Chris.
Con el paso de los años, Chris siguió al cuidado de Rosemary cumpliendo su promesa a Ethan.
Han sido 26 años desde que Resident Evil llegó a nuestras vidas, y sin importar si entraste a este inmenso mundo desde sus inicios o lo hiciste en años posteriores, es innegable que hemos crecido a la par de nuestros personajes favoritos.
Son años y años durante los cuales hemos visto a esos antiguos miembros de la policía de Raccoon sobrevivir a la pesadilla de la mansión Spencer y dedicar su vida a la lucha contra el bioterrorismo.
Es una lucha interminable la cual parece que veremos por muchos años más, y precisamente por eso quiero terminar con una de las frases de Chris Redfield que considero mi favorita: