First Aid Drink: Mi experiencia con esta mercancía de GameFlavor

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GameFlavor

y los motivos por los que no te recomiendo adquirirlo si vives en México.

Actualización (05/04/24):

Más de diez días después, PayPal todavía no tiene una resolución a la apelación de mi reembolso. De acuerdo con su sistema, la fecha límite es el 8 de abril.

Pero acá vienen más datos interesantes: el sistema de FedEx fue actualizado con un número de trackeo sobre el retorno del paquete que, cuatro días después de su envío el 14 de marzo fue recibido y firmado en la recepción de la misma dirección de la que fue enviada. Esto ocurrió, de hecho, el 18 de marzo. De este tema existe documentación.

Por ende, ya que el retorno del paquete ha sido exitoso, desconozco el por qué sigo sin respuesta de GameFlavor y la empresa es tan renuente para ofrecer soluciones.

Paralelamente, hoy me di cuenta de que la cuenta de GameFlavor en Facebook le dio like a la publicación correspondiente a este mismo artículo, y adicionalmente eliminaron los posts que dejé en su página respondiendo a otros usuarios que también presentan quejas semejantes a la mía.

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Actualización (24/03/24):

Diez días después de la última actualización aún continúo sin noticias directas por parte de GameFlavor, sin embargo, en el sistema de Passport Shipping sí se registra que el paquete fue enviado de vuelta a la dirección del remitente.

En vista del tiempo de espera, decidí realizar una disputa por el reembolso de forma directa con PayPal, el intermediario del pago en este caso. Como sabemos, PayPal tiene una política sobre este tipo de casos en el que tenemos 180 días como máximo para generar reportes por reembolsos y abrir casos. Y desde luego que la respuesta en un primer correo electrónico fue de rechazo y cierre de mi reporte debido a esta política.

La parte curiosa, es que recibí un segundo e-mail en el que PayPal afirma haber recibido una respuesta del comercio –que se registra con el nombre de GameFlavor y pone como contacto el mismo correo que previamente no me había dado seguimiento– y, sin muchos detalles de qué incluía esta respuesta, reiteran el rechazo de mi reclamación:

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Sin embargo, decidí inyectar una apelación a esta resolución ya que el cargo registrado en PayPal fue el pago que hice en el periodo de preventa del producto, en enero del año pasado. Por ende, es lógico que si el envío del producto no se llevó a cabo hasta febrero de 2024, naturalmente el problema nacería más de 180 días después y por ende, en ese periodo ni siquiera había una fecha estimada para los envíos en general del producto que GameFlavor anunció con tanta antelación.

Por el momento espero ver qué respuesta se tiene al respecto y, mientras tanto, también averiguar si el famoso, infortunado paquete, regresa con bien a su lugar de origen.


Actualización (16/03/24):

A pesar de que aún no he recibido ningún tipo de contacto por parte de GameFlavor o Passport Shipping, durante los últimos días el sistema de FedEx me notificó nuevamente de la retención del paquete y en un primer correo, el 13 de marzo la compañía especifica que no requería acción de mi parte pues se notificaría al remitente para solicitar la devolución.

Posteriormente recibí otra actualización, el 14 de marzo, en el que finalmente se me notifica que el paquete ya está siendo devuelto al remitente.

Actualmente desconozco si esta devolución fue solicitada u aprobada por el remitente en cuestión ya que, como mencioné antes, no he recibido noticias por parte de nadie en ninguna plataforma. Sin embargo, esto reitera mi recomendación con respecto a explorar previamente todas las opciones disponibles antes de realizar pagos elevados por trámites o servicios que contradicen los protocolos e informaciones proporcionadas de una misma empresa, en este caso FedEx.

El siguiente paso es esperar a averiguar si el paquete volvió a su destino para, entonces sí, exigir mi reembolso.


Artículo original (12/03/24):

En enero del año pasado, That Arklay Place hizo una publicación con respecto a un llamativo artículo de colección denominado como el Resident Evil: First Aid Drink Collector’s Box. Se trata principalmente de un set de bebidas inspiradas en, como el nombre lo indica, los First Aid Sprays de Resident Evil.

Dichas bebidas vienen empacadas en un baúl, también inspirado en los clásicos de la franquicia, y se acompaña de algunos otros complementos y un recetario para sacar el máximo provecho al contenido estrella de la edición, que tiene un costo ligeramente superior a los 200 euros, considerando ya costos de envío.

La compañía responsable de este lanzamiento es GameFlavor, una firma alemana que también ha puesto a la venta productos de otras franquicias como Animal Crossing.

Para el momento en el que nuestro artículo fue publicado, la compañía ya había puesto en marcha la posibilidad de realizar compra anticipada, con una ventana original de envíos a partir de septiembre (o el final del tercer cuarto) del mismo año, 2023. Yo fui una de las personas que, debido al atractivo de este producto, realizó su compra anticipada apenas se enteró de su existencia.

¿Qué pasó desde entonces?

Sinceramente, he tenido una mala experiencia con todo el proceso de envío de este producto debido a diversos factores. Uno de los compromisos de este medio es compartir la información con nuestra audiencia de forma honesta y, al igual que con otros productos relacionados a la serie, hablarles desde nuestra perspectiva.

Sin embargo, también es mi responsabilidad adelantar que este artículo no pretende más que dejar una advertencia para los usuarios que están considerando adquirir este kit, especialmente si viven en países como México, cuyos procesos de importación y trámites aduanales podrían ser complicados, sino imposibles.

A lo largo del año, GameFlavor nos mantuvo al tanto vía email con respecto al estatus de producción del producto y, debido a cuestiones con proveedores y otros contratiempos, atrasó los envíos del paquete hasta diciembre del año pasado en algunos casos y enero en algunos otros; éste último fue el mío.

Es importante mencionar que, desde mi experiencia en México, ha habido muchos tipos de paquetes temáticos de Resident Evil que me han sido constantemente detenidos en la aduana por su apariencia “sospechosa”, es entendible cuando la franquicia trata sobre virus, plantas, armas y otro tipo de cosas que en el mundo real están en el radar de COFEPRIS. Infinidad de ocasiones he sido contactada por paqueterías o por las mismas oficinas gubernamentales, tanto como para presentar descripciones detalladas, bonches de documentación y recibos, como para hacer pagos extras de impuestos y liberar mis paquetes.

Lógicamente, imaginé que ocurriría lo mismo con este en particular, y así fue. Pero a diferencia de otras ocasiones en las que pese a lo tortuoso de los trámites se llega a una resolución, esta vez desde el principio se me impusieron todas las dificultades posibles para simplemente no poder ni siquiera llevar acción alguna sobre el paquete.

En el envío del paquete protagonista de esta historia hay tres actores importantes: la empresa de mensajería FedEx; Passport Shipping, que se encargó de ser el intermediario en la logística de envíos para GameFlavor, la empresa que vendió el producto.

El envío de mi paquete fue notificado el 19 de febrero pasado. La tarde del 27 de febrero fui contactada por una empleada de FedEx vía telefónica, quien amablemente me notificó que el paquete estaba siendo retenido en Toluca, México y que había que llevar a cabo una serie de pasos para poder liberarlo. Este me pareció un procedimiento completamente natural y no consideré que mi interacción con la persona al otro lado del teléfono fuera rara u hostil por ninguno de los dos lados; de hecho me dispuse a escuchar las soluciones disponibles.

Sin embargo, luego de que esta señorita me preguntara que si yo contaba con algún agente aduanal independiente (ya que FedEx también se encarga de esos trámites), mi respuesta fue no, y a la mitad de la siguiente oración, la señorita decidió colgarme el teléfono. Devolví la llamada sin éxito, concluí que posiblemente se había cortado la comunicación, pues nada en la conversación dio pie a una conclusión, así que decidí esperar un par de minutos para reintentar. Grave error.

Pocos minutos después, recibí un correo electrónico de ella misma o bien, de otra empleada de FedEx, en donde me listaron un par de datos sobre el paquete, incluyendo los motivos de su detención. Todo normal hasta la última línea en la breve lista, en la que cito: “De acuerdo con llamada telefonica, no cuenta con los requerimientos para liberar, por lo que autoriza abandono de su paquete.”

En ningún momento de la llamada telefónica di autorización de dicho abandono; de hecho jamás me fue mencionada aún esta posibilidad.

Tampoco se me hizo mención, debido a que la llamada concluyó de forma abrupta, de la documentación necesaria para proceder con el trámite. Mi siguiente acción fue comunicarme directamente con el servicio a clientes de FedEx para entender más qué estaba pasando.

Fui atendida con amabilidad por un joven que me recomendó contactar al manager del área de la señorita original, él mismo me proporcionó sus datos y procedí a buscarlo. Dicho manager tomó poco tiempo para reportarse conmigo y, luego de disculparse por la atención cuestionable de la otra agente, procedió a atacar el verdadero problema, explicándome todas las posibilidades que había para rescatar el paquete.

Para esas alturas, lo más viable para mí era enviarlo de vuelta a su remitente (ya sea la dirección de la que vino, en Estados Unidos o a cualquier sitio que me indicaran o Passport o GameFlavor) y posteriormente probar de nuevo mi suerte, reenviándolo a otra dirección de la que no disponía cuando hice la compra original en enero del año pasado.

El problema fue que para poder dar seguimiento al retorno, me hicieron continuar el proceso directamente con la señorita original, de quien por supuesto ya desconfiaba y quien seguía copiando y pegando mensajes, sin ocuparse de explicaciones o, al parecer, del estudio concreto de mi caso. Lo único que hizo, el 28 de febrero, fue dejarme un par de números de cuenta y un monto de dinero a depositar por los gastos de envío (elevados, para sorpresa de nadie), solicitando que le enviara los comprobantes a ella.

Antes de llevar a cabo cualquier tipo de pago, ese mismo día preferí explorar todas mis opciones. Decidí también ponerme en contacto con Passport y con GameFlavor, pues, en varias ocasiones es el remitente quien debe solicitar el retorno del paquete–y este dato fue corroborado posteriormente por la misma FedEx pero ya llegaremos a eso.

En ambos casos expliqué la situación y me puse en disposición de escuchar más soluciones y, de ser necesario, cubrir los gastos necesarios para reenviar el paquete a su lugar de origen. Pero, esta vez, con una garantía de que todos estábamos enterados del asunto.

Las respuestas comenzaron a llegar el 29 de febrero, mientras FedEx de hecho me comunicaba que como no pagué y se terminó su tiempo límite, ellos ya no darían seguimiento a la recuperación del paquete.

Passport por su parte, respondió a mi ticket y luego de explicarles la situación, la respuesta fue que ellos no tenían la posibilidad de solucionar mi problema, que debía ponerme en contacto ya directamente con el equipo de GameFlavor pues “ellos estarían equipados para ayudarme a hallar la mejor resolución”. Esta misma persona también me informó que en el correo había incluido a un/a representante de GameFlavor para continuar con ese proceso.

En esa cadena, nadie de GameFlavor respondió.

Sin embargo, en donde sí fui atendida por GameFlavor fue en el correo electrónico que envié directamente a su dirección de contacto; el mismo día que contacté a la otra empresa (Passport). La mala noticia, y creo que la parte más lamentable fue que la persona que respondió únicamente me dijo que había reenviado mi situación a “sus colegas en la bodega” y que me contactarían de vuelta “tan pronto como pudieran”.

Usualmente, sé que casos como estos pueden tener algún tipo de atraso, sin embargo, también existe un tiempo límite para poder hacer algo por el paquete antes de que, esta vez sí, pase a ser propiedad del Estado. Así que, considerando que ya había perdido mucho tiempo lidiando con FedEx inicialmente, el 6 de marzo decidí volver a escribir a GameFlavor preguntando si ya existía alguna actualización sobre el tema.

Hoy, 11 de marzo, no he tenido respuesta ni más contacto con GameFlavor.


Un día, al no tener ya mucho qué perder, contacté otra vez a FedEx vía Twitter y me explicaron básicamente todo lo que ya he escrito por aquí: el paquete se encuentra en el área de abandono y mis opciones son o que un agente aduanal externo me ayude con los trámites para liberarlo o que el remitente del paquete se arregle con FedEx para ajustar el retorno, que yo haga los pagos correspondientes y finalicemos el martirio.

Pero ¿de qué manera hacer esto posible si ni la compañía responsable del envío ni la empresa que se supone contrató para solucionar estos problemas tiene la facultad de, siquiera, responder?

No lo sé, pero al menos tomé la decisión de no continuar buscando soluciones, porque a pesar de que este paquete tenía mi genuino interés y me parecía una oferta ingeniosa para la colección; esta es la primera vez que tengo la mala fortuna de encontrarme en una situación como esta, en la que la falta de compromiso o mínima responsabilidad con los clientes opaca por mucho el interés.

Podría comprender este, como diríamos coloquialmente, “ghosting” por parte de GameFlavor, si en mi comunicación yo hubiese exigido gratuidad o siquiera un reembolso, pero no fue así, al contrario. Mi disposición siempre estuvo orientada a no perder el paquete original; si no llegábamos a una solución luego de contemplar opciones o si lo más viable sería adquirir un nuevo paquete, esa hubiera sido mi opción.

Pero luego de toda esta experiencia, no pienso invertir más tiempo o dinero.


Ahora, por si no fue lo suficientemente obvio: no recomiendo que compren esta mercancía –al menos en México– sin el amparo de un agente de importación que pueda apoyarles de manera formal y oportuna.

Hay muchas agencias disponibles en el país que pueden ayudar con toda esa confusa burocracia y sus tarifas pueden ser accesibles en casos como este.

Pero, sinceramente, si buscan aún así probar su suerte de una manera más segura, yo recomendaría como una mejor alternativa que busquen un servicio de apartado postal en Estados Unidos que también ofrezca, de cabecera, el servicio de importación y que realice por ustedes todos los trámites necesarios para que sus paquetes lleguen con bien a sus domicilios.

Espero que esta experiencia pueda ser de utilidad para ustedes, cualquiera que sea su decisión si están o estaban considerando esta mercancía.

No pretendo soltar una conclusión general sobre GameFlavor, pero creo que deja mucho que desear la irresponsabilidad del customer service para brindar apoyo o sugerencias, y la inconsistencia en el home page de su sitio web en donde, a un lado de su garantía de 14 días si no te gusta el producto, también aseguran de forma engañosa que sus vías de contacto están disponibles “24/7/365”.

En los comentarios de algunos de sus canales sociales, hay un par de usuarios que reclaman lo mismo que yo: algunos aseguran que han sido estafados y otros se quejan de que no han tenido respuesta vía email en más de dos semanas, con rastreos de envíos que no se actualizan y con la duda de dónde está su paquete que, en muchos casos, no es precisamente accesible.

Espero que estos casos no se repitan con más frecuencia y que en un futuro cercano, GameFlavor ofrezca una respuesta o explicación que apacigüe el, irónicamente, mal trago.

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